Narrador: Había una vez un monstruo que vivía en un mundo lleno de colores, donde cada uno de ellos, representaba un sentimiento (dice que narrador con entusiasmo). Pero nuestro amigo, el monstruo de colores estaba hecho un lío, ¡sí, sí, un lío! Así que viaja al mundo de los humanos y conoce a Carlos y a Ana, que le ayudarán a comprender mejor, todos esos sentimientos, (dirigiéndose al público) y vosotros, también podéis ayudar a nuestro amigo el monstruo de colores a entender todos esos sentimientos ¿los queréis ayudar? (pregunta a los niños y niñas) 

(Presentando al monstruo de colores, se mueve de un lado hacia otro del teatro) Este es el monstruo de colores, hoy, nuestro monstruo se ha despertado raro, confuso, aturdido,… No sabe bien que le pasa,…(Comenta con voz algo triste) ¿Veis? Nuestro monstruo tienen muchos colores, no entiende por qué, así que se da un paseo por el mundo de los humanos y se encuentra con

 

Carlos y Ana, bueno, y con todos vosotros. (Remarca alegremente)

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Carlos y Ana: ¡Hola monstruo! ¿Qué haces por aquí? (Aparecen los dos personajes de los niños)

 

Monstruo: ¡Hola niños y niñas! Estaba dando un paseo por el mundo de los humanos, porque hoy no entiendo que me pasa. (Dice apesadumbrado) Mi Mundo está lleno de colores, de emociones, y no entiendo qué significan. ¿Me podéis ayudar? (Se dirige al público)

 

Carlos: ¡Claro que sí! Nosotros te ayudaremos, ¿verdad niños y niñas? (se dirige al público)

 

Ana: ¡Ven, ven! Que te vamos a ayudar. (Toma al personaje y se mueven por la escena)

 

Carlos: (la escena aparece llena de botones de colores) ¿Ves? Todos estos colores representan las emociones, pero así revueltas, no funcionan, tenemos que ordenarlas, porque si no, te harás un lío ¿verdad? (dice contento)

 

Ana: (Aparece en escena con un montón de botes de cristal, y se dirige al monstruo de colores). Todas esas emociones, tienes que ordenarlas y las puedes colocar en esto, !y todos te vamos a ayudar! ¿A que sí?

 

Monstruo: (Alegro) ¡Bien, bien! Muchas gracias a todos.

 

Carlos: Bueno, y ¿cuántos tipos de monstruos con colores diferentes hay en tu mundo monstruo? 

 

Monstruo: Pues en mi mundo hay seis colores: el azul, el verde, el negro, el amarillo, el rojo y el rosa. Pero no los entiendo (dice triste)

 

Carlos: ¿Y cómo son los monstruos de color amarillo?

(Aparece el monstruo de color amarillo por la escena, saltando, cantando, riendo,…)

 

Monstruo: Los monstruos de color amarillo siempre están sonriendo y disfrutan cuando están rodeados con otros monstruos. Ese sentimiento es contagioso, brilla como el Sol y parpadea como las estrellas. Cuando estás de color amarillo, ríes, juegas, bailas, saltas,… y quieres compartir ese sentimiento con todos los demás. El monstruo de color amarillo siempre está alegre.

 

Ana: (Se dirige al público) ¿Qué sentimiento puede ser el amarillo niños y niñas? ¡Ese sentimiento es de alegría! ¡Sí! (Dice muy contenta) Hay que intentar estar siempre muy muy alegre. Y Monstruo, los monstruos de color azul, ¿cómo se comportan?

(Aparece el monstruo de color azul, llorando, yendo hacia los lados de la escena, moviéndose con pena,…)

 

Monstruo: A los monstruos de color azul les gusta estar solos, algunos siempre lloran y no hablan con nadie. Siempre echa de menos algo , es suave como el mar y dulce como los días de lluvia. Cuando los monstruos estás de color azul, se esconden, quieren estar solos y no les apetece hacer nada… (Dice con pena)

 

Carlos: ¿Qué sentimiento será ese? (mira al público) ¡Claro que sí! ¡La tristeza! Los monstruos de color azul estás tristes, todos podemos estar tristes algunas veces, y cuando vemos triste a otros, tenemos que ir a consolarlos y a ayudarlos, para que vuelva a estar alegres. También hay monstruos rojos, ¿cómo son los monstruos de color rojo?

(Sale el monstruo de color rojo, enfadado, dando saltos de mar humor, empujando, refunfuñando,…)

 

Monstruo: Los monstruos de color rojo se pelean mucho, se gritan entre ellos y nadie quiere estar con ellos. Este monstruo arde al rojo vivo y es feroz como el fuego, que quema fuerte y es difícil de apagar. Cuando estás rojo sientes que se ha cometido una injusticia, y quieres descargar la rabia sobre otros. (Comenta algo extrañado)

 

Ana: Mmmmm, ese sentimiento ¿Cuál será? ¡Sí, muy bien! Es de rabia. Es cuando estamos enfadados. Todos nos enfadamos algunas veces, pero hay que intentar no hacerlo, porque podemos hacer daño a otros, es mejor hablar y explicarle a los demás cómo nos sentimos, ¿no creéis? Tenéis razón niños y niñas, hay que potarse bien. ¡Uy! Este monstruo ¿quién es? (Comenta mientras aparece un monstruo negro, pero que aparece tímidamente por un lateral de la escena y se esconde temblando)

 

Monstruo: Este es el monstruo de color negro. Los monstruos de color negro se asustan cuando se encuentran a un bicho, no les gusta la oscuridad y siempre quieren estar acompañados. Son cobardes y se esconden y huyen como ladrones en la oscuridad. Cuando te sientes así, te vuelves pequeño y poca cosa, y crees que no podrás hacer lo que se te pide. (Dice el monstruo resignado y cabizbajo)

 

Carlos: ¿Cuándo nos sentimos así? (Hablando al público) ¡¡Eso es, cuando tenemos miedo!! Pero niños y niñas, no hay que tener miedo, hay que ser valiente, y si tenemos miedo, podemos pedir a los demás que nos ayuden y así podremos llegar a donde queramos.

(Aparece paseando y silbando tranquilamente el monstruo verde, suspira relajadamente, se tumba, canta,…)

 

Carlos: Y ¿este monstruo? ¿Qué hace?

Monstruos: Pues es el monstruo verde. A los monstruos verdes les gusta escuchar música o leer libros. No son negativos, siempre están tranquilos y bien acompañados. Son tranquilos como los árboles y ligeros como una hoja al viento. Cuando estás verde, respiras poco a poco y profundamente, te sientes en paz. (Suspira profundamente, y sonríe mientras se tumba)

 

Ana: Ese sentimiento, puede ser…. (Mira al público) ¡La calma! ¡Muy bien! Sois muy listos. Ummm,…. A mí me gusta mucho estar calmada y tranquila, y ¿a vosotros?

 

Carlos: (Sacando los botones de colores) Estas son nuestras emociones, cada una tiene un color diferente. Y ordenadas las emociones, funcionan mejor.

(Los niños sacan a escena los botes de cristal, con etiquetas donde escriben cada uno de los sentimientos que hemos visto, y los botones de colores. Se dirigen al público y enseñan uno a uno los botones preguntando) Bueno, y este color, ¿dónde debe ir? (Así, poco a poco, con las indicaciones de los niños y niñas de público, colocan cada botón según su color en los respetivos botes)

 

Ana: ¿Veis qué bien? Ya están todas en su sitio.

(Se dirigen al público esperando la respuesta)

 

Carlos y Ana: ¿La alegrías es de color….? AMARILLO, ¡Sí, genial! (Aparece el monstruo de color amarillo, y los niños actúan de forma alegre)

 

Carlos y Ana: ¿Y la tristeza? AZUL, ¡muy bien! (sale el monstruo azul, muy triste) No llores monstruo.

 

Carlos y Ana: Y el ¿rojo? LA RABIA, ¡Cuánto sabéis! (El monstruo rojo, golpea cosas) NO seas así monstruo rojo, no te enfades.

 

Carlos y Ana: El color negro era…. EL MIEDO. (Aparece de forma tímida, huyendo y escondiéndose) Anímate monstruo, no tengas miedo, que somos tus amigos.

 

Carlos y Ana: ¿Y el verde? LA CALMA ¡eso es! (Sale la el monstruo verde, paseando, mientras tararea) Ay, qué bien está siempre el monstruo verde.

(De repente se va el monstruo de colores, y pregunta Ana extrañada)

 

Ana: Pero,…. ¿y ahora se puede saber qué te pasa?

(Aparece en su lugar, un monstruo rosa)

 

Carlos: Vaya, vaya, parece que monstruo ya no está hecho un lío, ahora está muy feliz porque siente… ¡Amor! Está tan contento que os quiere mucho, mucho, a todos y todas. El amor, es otro sentimiento muy bonito, cuando quieres a los demás.

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Monstruo: ¡Gracias, chicos! Ahora entiendo el mucho mejor los sentimientos y a los monstruos de cada color. 

 

Carlos: Sí, es muy importante conocernos a nosotros mismos por eso tenemos que aprender las diferentes emociones.

 

Monstruo: ¡Ahora ya puedo expresar todos los sentimientos, asique voy a tener los seis colores! ¡Muchísimas gracias, niños y niñas!  

 

Carlos y Ana: ¡De nada Monstruo! ¡Adiós, adiós!

 

Narrador: Ahora nuestro amigo el monstruo de ya reconoce las emociones y ya puede volver a su mundo. Los monstruos de otros colores notaron su cambio porque era el único que no tenía un solo color. Todos le preguntaron cómo lo había hecho porque ellos también querían tener todos los colores.  Y vosotros niños y niñas, ¿entendéis mejor vuestros sentimientos y los de los demás? Esperamos que sí, ¡hasta pronto!

 

A raíz de esta historia, conocemos lo importante que es reconocer los sentimientos y valorar cada uno de ellos. Sea negativo o positivo, es fundamental reconocerlos para poder enfrentarnos a cualquier situación de la vida cotidiana. Además de que así, podrían ayudar a las demás personas que hay a su alrededor.